La ficha o reporte publicado en la entrada del día 31 de
agosto, presenta una idea general de lo que era el estado del anteproyecto y el
esquema de organización propuesto para el inicio del 2015.
El proyecto inicial se desarrolló en el semestre de primavera
en el 2011. “Iluminación Led para un Salón de Clases”. Fue diseñado e
implementado por tres alumnos que reunían características diferentes pero que
se complementaron de tal manera que su prototipo terminó en modelo para
plantear, desde esa experiencia, la idea de transformar los sistemas de iluminación
de todo un edificio. De doce luminarias led, alrededor de 30 000 Lm, que representan
el estándar de iluminación para el tamaño de nuestros salones de clases, pasar
a un proyecto de 50 aulas, oficinas y salas de maestros, del Centro de Enseñanza Técnica Industrial.
4 500 000 Lm del Edificio F.
En una escuela de vocación tecnológica, donde la disciplina y
el rigor académico exigen en cada uno de los alumnos un esfuerzo adicional
derivado de sus 36 horas semanales de clases, más el trabajo en casa, es común encontrar
con que los chicos se encuentran aplicados de manera individual a sus tareas.
Poco trabajo en equipo y colaborativo.
En los dos proyectos, partí de una estrategia de roles en
cada participante para plantear la organización del equipo de trabajo que luego
organizamos en equipos de colaboración de acuerdo a las habilidades personales.
Actitudes, liderazgos, valores, iniciativas, ideas, responsabilidades,…emociones
y afectos, fueron emergiendo o construyéndose durante todo el semestre de
primavera de este año 2015.
Finalmente los chicos instalaron la tercera parte de las
lámparas, es decir de tres pisos terminaron uno. Están avanzadas para
instalación otra tercera fracción, otro piso. Y está avanzado en un 50% la
tercer y última etapa. El proyecto está planteado para involucrar a tres
generaciones de alumnos de la División de Electrónica, y a doce profesores de áreas
afines.
Debo confesar que mi principal preocupación son los inventarios.
Trabajamos con recursos públicos que son muy delicados y escasos. Debo presumir
que mi inventario está en orden. Que los muchachos no sólo se aplicaron de
manera responsable, sino que ante la lentitud de la burocracia administrativa
para proporcionarnos tornillos, soldadura, pasta de transmisión térmica, etc., terminaban
cooperándose para adquirir el material.
De 900 luminarias que tenía proyectadas, sólo podré terminar
700, por falta de recursos. Esto me obliga a repensar la solución planeada,
pero, así es el juego.
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